Análisis Bíblico
15 de mayo de 2025
2 Reyes 17

2 Reyes 17

La desobediencia de Israel llevó a su cautiverio y a la mezcla de culturas.

Capítulo Completo

1 En el año duodécimo de Acaz rey de Judá, comenzó a reinar Oseas hijo de Ela en Samaria sobre Israel; y reinó nueve años.

2 E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, aunque no como los reyes de Israel que habían sido antes de él.

3 Contra éste subió Salmanasar rey de los asirios; y Oseas fue hecho su siervo, y le pagaba tributo.

4 Mas el rey de Asiria descubrió que Oseas conspiraba; porque había enviado embajadores a So, rey de Egipto, y no pagaba tributo al rey de Asiria, como lo hacía cada año; por lo que el rey de Asiria le detuvo, y le aprisionó en la casa de la cárcel.

5 Y el rey de Asiria invadió todo el país, y sitió a Samaria, y estuvo sobre ella tres años.

6 En el año nueve de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria, y llevó a Israel cautivo a Asiria, y los puso en Halah, en Habor junto al río Gozán, y en las ciudades de los medos.

7 Porque los hijos de Israel pecaron contra Jehová su Dios, que los sacó de tierra de Egipto, de bajo la mano de Faraón rey de Egipto, y temieron a dioses ajenos,

8 y anduvieron en los estatutos de las naciones que Jehová había lanzado de delante de los hijos de Israel, y en los estatutos que hicieron los reyes de Israel.

9 Y los hijos de Israel hicieron secretamente cosas no rectas contra Jehová su Dios, edificándose lugares altos en todas sus ciudades, desde las torres de las atalayas hasta las ciudades fortificadas,

10 y levantaron estatuas e imágenes de Asera en todo collado alto, y debajo de todo árbol frondoso,

11 y quemaron allí incienso en todos los lugares altos, a la manera de la naciones que Jehová había traspuesto de delante de ellos, e hicieron cosas muy malas para provocar a ira a Jehová.

12 Y servían a los ídolos, de los cuales Jehová les había dicho: Vosotros no habéis de hacer esto.

13 Jehová amonestó entonces a Israel y a Judá por medio de todos los profetas y de todos los videntes, diciendo: Volveos de vuestros malos caminos, y guardad mis mandamientos y mis ordenanzas, conforme a todas las leyes que yo prescribí a vuestros padres, y que os he enviado por medio de mis siervos los profetas.

14 Mas ellos no obedecieron, antes endurecieron su cerviz, como la cerviz de sus padres, los cuales no creyeron en Jehová su Dios.

15 Y desecharon sus estatutos, y el pacto que él había hecho con sus padres, y los testimonios que él había prescrito a ellos; y siguieron la vanidad, y se hicieron vanos, y fueron en pos de las naciones que estaban alrededor de ellos, de las cuales Jehová les había mandado que no hiciesen a la manera de ellas.

16 Dejaron todos los mandamientos de Jehová su Dios, y se hicieron imágenes fundidas de dos becerros, y también imágenes de Asera, y adoraron a todo el ejército de los cielos, y sirvieron a Baal;

17 e hicieron pasar a sus hijos y a sus hijas por fuego; y se dieron a adivinaciones y agüeros, y se entregaron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová, provocándole a ira.

18 Jehová, por tanto, se airó en gran manera contra Israel, y los quitó de delante de su rostro; y no quedó sino sólo la tribu de Judá.

19 Mas ni aun Judá guardó los mandamientos de Jehová su Dios, sino que anduvieron en los estatutos de Israel, los cuales habían ellos hecho.

20 Y desechó Jehová a toda la descendencia de Israel, y los afligió, y los entregó en manos de saqueadores, hasta echarlos de su presencia.

21 Porque separó a Israel de la casa de David, y ellos hicieron rey a Jeroboam hijo de Nabat; y Jeroboam apartó a Israel de en pos de Jehová, y les hizo cometer gran pecado.

22 Y los hijos de Israel anduvieron en todos los pecados de Jeroboam que él hizo, sin apartarse de ellos,

23 hasta que Jehová quitó a Israel de delante de su rostro, como él lo había dicho por medio de todos los profetas sus siervos; e Israel fue llevado cautivo de su tierra a Asiria, hasta hoy.

24 Y trajo el rey de Asiria gente de Babilonia, de Cuta, de Ava, de Hamat y de Sefarvaim, y los puso en las ciudades de Samaria, en lugar de los hijos de Israel; y poseyeron a Samaria, y habitaron en sus ciudades.

25 Y aconteció al principio, cuando comenzaron a habitar allí, que no temiendo ellos a Jehová, envió Jehová contra ellos leones que los mataban.

26 Dijeron, pues, al rey de Asiria: Las gentes que tú trasladaste y pusiste en las ciudades de Samaria, no conocen la ley del Dios de aquella tierra, y él ha echado leones en medio de ellos, y he aquí que los leones los matan, porque no conocen la ley del Dios de la tierra.

27 Y el rey de Asiria mandó, diciendo: Llevad allí a alguno de los sacerdotes que trajisteis de allá, y vaya y habite allí, y les enseñe la ley del Dios del país.

28 Y vino uno de los sacerdotes que habían llevado cautivo de Samaria, y habitó en Bet-el, y les enseñó cómo habían de temer a Jehová.

29 Pero cada nación se hizo sus dioses, y los pusieron en los templos de los lugares altos que habían hecho los de Samaria; cada nación en su ciudad donde habitaba.

30 Los de Babilonia hicieron a Sucot-benot, los de Cuta hicieron a Nergal, y los de Hamat hicieron a Asima.

31 Los aveos hicieron a Nibhaz y a Tartac, y los de Sefarvaim quemaban sus hijos en el fuego para adorar a Adramelec y a Anamelec, dioses de Sefarvaim.

32 Temían a Jehová, e hicieron del bajo pueblo sacerdotes de los lugares altos, que sacrificaban para ellos en los templos de los lugares altos.

33 Temían a Jehová, y honraban a sus dioses, según la costumbre de las naciones de donde habían sido trasladados.

34 Hasta hoy hacen como antes: ni temen a Jehová, ni guardan sus estatutos ni sus ordenanzas, ni hacen según la ley y los mandamientos que prescribió Jehová a los hijos de Jacob, al cual puso el nombre de Israel;

35 con los cuales Jehová había hecho pacto, y les mandó diciendo: No temeréis a otros dioses, ni los adoraréis, ni les serviréis, ni les haréis sacrificios.

36 Mas a Jehová, que os sacó de tierra de Egipto con grande poder y brazo extendido, a éste temeréis, y a éste adoraréis, y a éste haréis sacrificio.

37 Los estatutos y derechos y ley y mandamientos que os dio por escrito, cuidaréis siempre de ponerlos por obra, y no temeréis a dioses ajenos.

38 No olvidaréis el pacto que hice con vosotros, ni temeréis a dioses ajenos;

39 mas temed a Jehová vuestro Dios, y él os librará de mano de todos vuestros enemigos.

40 Pero ellos no escucharon; antes hicieron según su costumbre antigua.

41 Así temieron a Jehová aquellas gentes, y al mismo tiempo sirvieron a sus ídolos; y también sus hijos y sus nietos, según como hicieron sus padres, así hacen hasta hoy.

Análisis Bíblico

Especificaciones teológicas

Dios expulsa a Israel por infidelidad y ausencia de pacto, muestra su juicio y su fidelidad al llamado profético

Contexto hermenéutico

El relato se sitúa en el siglo octavo antes de Cristo en un reino dividido El autor recopila crónicas y fuentes orales para explicar la caída de Israel ante Asiria por romper el pacto La narrativa historiográfica emplea juicios de Dios sobre la infidelidad y la idolatría propia de la teología hebrea

Síntesis bíblica

La infidelidad de Israel provoca su exilio ante Asiria como juicio divino, demostrando la importancia del pacto y la condena a la idolatría dentro de la historia de redención bíblica

Interpretación

El capítulo 17 de 2 Reyes narra la caída del reino de Israel debido a su constante desobediencia a Dios. A pesar de que Oseas, el rey de Israel, hizo algunas cosas malas, el pueblo en general se apartó de los caminos del Señor, adorando ídolos y siguiendo prácticas paganas. A través de esta historia, se muestra cómo la infidelidad a Dios lleva a consecuencias graves, como el exilio y la pérdida de identidad. A pesar de las advertencias de los profetas, el pueblo endureció su corazón y se alejó de Dios, lo que resultó en su cautiverio en Asiria. Este capítulo nos recuerda la importancia de permanecer fieles a nuestros principios y a Dios, ya que nuestras decisiones tienen repercusiones.

Significados

  • Contexto histórico: El capítulo se sitúa en un tiempo en el que el reino de Israel había sido dividido, y Judá era el único reino que quedaba fiel en parte a Dios. Oseas, el último rey de Israel, reinó en un periodo de gran crisis y corrupción, tanto política como espiritual.
  • Desobediencia: El texto menciona que los israelitas hicieron "cosas muy malas" y adoraron a dioses ajenos. Esto refleja cómo se alejaron de las leyes que Dios había establecido, prefiriendo seguir las costumbres de las naciones vecinas.
  • Profetas y advertencias: Dios envió profetas para llamar a su pueblo al arrepentimiento, pero su mensaje fue ignorado. La falta de respuesta a estas advertencias intensificó la ira de Dios y llevó a consecuencias severas.
  • Exilio y pérdida de identidad: La deportación de Israel a Asiria simboliza no solo la pérdida de su tierra, sino también la pérdida de su identidad como pueblo de Dios. Este exilio es un recordatorio de cómo el pecado puede llevar a la separación de Dios.
  • Sustitución de culturas: La llegada de otros pueblos a Samaria y su mezcla de creencias muestra cómo la fe puede diluirse al adoptar prácticas ajenas. Esto resalta la importancia de la pureza en la adoración y la necesidad de mantener la fe verdadera.

Aplicación a la vida diaria

  • Fidelidad a Dios: Al igual que los israelitas, hoy enfrentamos la tentación de seguir modas y creencias que no son acordes a nuestra fe. Es fundamental dedicar tiempo a estudiar y entender nuestras propias creencias para no ser arrastrados por las corrientes culturales.
  • Escuchar advertencias: A veces, podemos recibir consejos de amigos, familiares o líderes espirituales que nos instan a reconsiderar nuestras acciones. Es importante escuchar y reflexionar sobre estos consejos, pues pueden ser la voz de Dios en nuestra vida.
  • Cultivar una relación personal con Dios: En lugar de depender de prácticas religiosas vacías, debemos buscar una relación genuina con Dios. Esto puede incluir la oración diaria, la lectura de la Biblia y la participación en una comunidad de fe.
  • Evitar la idolatría moderna: Hoy en día, los ídolos pueden ser cosas como el dinero, el estatus o incluso la tecnología. Reflexiona sobre lo que ocupa un lugar central en tu vida y pregúntate si eso está en armonía con tus valores espirituales.
  • Transmisión de la fe a las nuevas generaciones: Es vital enseñar a nuestros hijos y a quienes nos rodean sobre la importancia de la fe y la obediencia a Dios. Esto puede hacerse mediante el ejemplo, conversaciones abiertas sobre la espiritualidad y el compartir de experiencias de vida en las que la fe fue fundamental.
  • Práctica del arrepentimiento: Si sientes que te has desviado del camino, no dudes en buscar el perdón a través del arrepentimiento. Reconocer nuestros errores es el primer paso para volver a la senda correcta y restaurar nuestra relación con Dios.

Ideas principales del capítulo

  • 1

    Hicieron cosas muy malas para provocar a ira a Jehová.

  • 2

    No obedecieron, antes endurecieron su cerviz.

  • 3

    Temían a Jehová, e hicieron del bajo pueblo sacerdotes.

Preguntas para reflexión

  1. 1

    ¿Qué ídolos modernos pueden estar afectando nuestra relación con Dios?

  2. 2

    ¿Cómo podemos volver a los mandamientos de Dios en nuestra vida diaria?

Palabras clave:

cautiverio idolatría desobediencia juicio

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